¡Acuérdate de mí, Dios mío, para bien!
Nehemías 13:31
Durante estos pasados días me he sentido muy cargada, a tal punto que la carga se refleja en mi cuello. Hoy, decido tomar un tiempo para escribir y continuar con la lectura de la Palabra; es ahí cuando me encuentro con este versículo: "Acuérdate de mí, Dios mío, para bien".
¡Qué oración tan llena de necesidad! Cuando el corazón grita en el interior y las palabras faltan, podemos decir: Acuérdate de mí Dios. No hay día de mi vida que no deje de necesitar de mi Padre. Por eso no puedo dejar de compartir por gracia lo que gracia recibo.
En medio de los días arduos y que parece que no tienen salida, Su Palabra nos sugiere, ¡pide, habla, grita, escríbe, ora, ayuna, etc! Así lo hizo Nehemías en este capítulo, tras cada cosa que hacía le pedía a Dios que lo tuviera presente. Siempre hay algo que podemos hacer.
Cuando entré a la iglesia, en días atrás, me sentía como la señora Cara de Papa (del personaje de la película Toy Story) en el momento que se le caían las partes de su cuerpo y caminaba deshecha. Aunque por fuera me veían completa, mi interior estaba triste, y sus partes no estaban como deben estar. Sólo quería adorarle y llorar.
Doy Gloria a su Nombre, porque por medio de Su Palabra hoy le pido al Padre que no me olvide, que me tenga presente, que su misericordia se extienda como manto que desciende desde el cielo. Le pido que me recuerde porque sé que Dios peleará a mí favor y abrirá camino donde no lo hay. Oro para que tú también puedas hoy decirle que te recuerde, aún cuando atravieses días oscuros; pues nuestro socorro viene de Jehová que hizo los cielos y la tierra (Salmo 121:2).
Estoy segura que tú que me lees también te has sentido en algún momento como la señora Cara de Papa, que tu ser no machea, o no está tu interior como debe ser. Esos días que nuestro exterior refleja una cosa, pero el interior está quebrantado, las piezas dispersas y sin fuerzas. Por esta razón, amiga te invito a que tomes un momento y puedas hacer esta oración, tan sólo un versículo que es tan simple y tocará el corazón de tu Creador.
Pídele a Dios que te recuerde en tus días de enfermedad.
Pídele a Dios que te recuerde en tus días de luto.
Pídele a Dios que te recuerde en tus problemas matrimoniales.
Pídele a Dios que te recuerde en tus dificultades con tus hijos.
Pídele a Dios que te recuerde en el día de la escasez.
Pídele a Dios que te recuerde cuando tus fuerzas no son suficientes.
Pídele a Dios que te recuerde cuando sientes que batallas contra el mundo.
Pídele a Dios, pues el siempre está ahí, dispuesto a escuchar...
Dios te bendiga.
Con amor,
Xiomy M.

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