¿Cuántas veces has escuchado o leído sobre la historia cuando Moisés fue llamado por el desde una zarza que ardía en medio del desierto? (Éxodo 3)
En la mayoría de los casos, desde que somos niños hemos cantado coritos, dibujado, coloreado y hasta escuchado sobre este momento tan importante en la vida de Moisés.
La Palabra nos indica, en la versión Nueva Traducción Viviente, que Moisés había llevado a las ovejas de su suegro Jetro al Sinaí. Específicamente indica que las llevá al corazón del desierto. ¡Qué frase tan significativa y especial Preciosa invitación para recordar en este instante, ¿cuántas veces Dios te ha permitido llegar hasta el corazón de ese desierto que te hace sentir en soledad? Ese desierto donde los recursos son escasos, donde abunda el silencio, donde no hay nadie, donde no hay ruidos, etc. Ese corazón de ese desierto que Él ha escogido para poder llamar tu atención; por que de otra forma no podrías escuchar Su Voz.
Cuando leí la versión “The Voice” nos dice que quién le habló a Moisés fue un Mensajero Especial de parte del Eterno; o sea Jesús. En otras traducciones se refiere como el Angel de Jehová. Y es precisamente, en medio de este poderoso encuentro, que cambiaría el rumbo y el destino del pueblo de Israel.
Dios, decidió llamar al Libertador desde una zarza: un arbusto espinoso, resistente, y difícil de someter que crece de forma enmarañada formando en su conjunto setos impenetrables de diferentes alturas. Un árbol que no es muy llamativo, espinoso, que crece en terreno árido; pero fue el seleccionado por Él para llamar a Moisés a una gran encomienda.
Hoy es un día especial para preguntarte:
¿Desde qué zarza Dios te habla hoy? ¿Cuál es la zarza que Él ha escogido para hablarte, para revelarte Sus lamas de fuego y para revelarte Su Comisión para tu vida?
Él en su Majestad y Soberanía te llamará desde donde el anhele. En donde menos lo imaginas, en donde menos lo esperas. Medito en las ocasiones que nos acostumbramos a que Dios nos hable a través de un profeta, en medio de la multitud de nuestra congregación, en los congresos, etc; en fin en donde convencionalmente nos hemos acostumbrado a pensar que escucharemos su Voz.
Amiga, hoy a través de Su Palabra, podemos ver cómo también te puede llamar en ese lugar donde sobreabunda el silencio. Te puede llamar en esta etapa de tu vida donde estás cómodo y piensas que no necesitas nada más, así como le sucedió a Moisés. En Madián tenía su familia, esposa e hijos, la familia de su suegro, trabajo, bienes y un techo. Y es que más allá de lo que tenía, le faltaba algo; ese algo era cumplir el propósito y la voluntad de Dios para su vida y para futuras generaciones.
Moisés tenía aproximadamente 80 años cuando se presentó ante el Faraón (Éxodo 7:7) Ya a una edad avanzada, cuando él a lo mejor pensaba que su vida iba en declive y en ruta para el descanso; es cuando Dios tenía una agenda programada. A lo mejor había planificado su retiro, como muchos suelen hacerlo también en nuestros tiempos. Sin embargo, había algo más; planes que jamás hubieran cruzado por sus pensamientos. Milagros e historias que sucedieron más adelante que bendicen y enriquecen nuestra fe hasta nuestros tiempos.
Las llamas de Fuego llamaron la atención de Moisés porque la zarza no se consumía, sino que estaba intacta a pesar del calor. En esta semana, en ruta a Pentecostés, este domingo 5 de junio de 2022, Dios desea hablarte por medio de Su Fuego.
La zarza fue el conductor que usó para llevarle un mensaje a Moisés, para revelarse Él mismo y para dar un giro a la vida de este hombre. Desde la zarza el Mensajero Especial le entregó su gran comisión. Desde la zarza Moisés tuvo un tú a tú con Dios.
Dios usará cualquier elemento de su naturaleza para llamarte, para mostrarte cuán Grande y Poderoso es. Mientras más Moisés se acercaba a la zarza más podía estar cerca de ese Fuego y de esa Voz que lo llamaba por su nombre.
Sus Llamas de Fuego no sólo llamarán tu atención, sino que te acercarán al corazón de tu Creador.
Sus Llamas de Fuego desean transformarte.
Sus Llamas de Fuego desean hablarte.
Sus Llamas de Fuego desean escribir una nueva historia para tu vida y la mía.
Sus Llamas de Fuego desean mostrarte quién es Yo Soy.
Sus Llamas de Fuego desean recordarte que hay una obra que hacer, te recordarán que hay personas, pueblos y naciones que esperan por ti.
Oro para que esta Palabra cobre fuego allí en el corazón de ese lugar donde te encuentras. Oro para que use la “zarza” que Él desee para llamarte; ese que jamás esperarías. Oro para que tú y yo seamos esa “zarza" que le hable, llame, predique y hasta grite si es necesario, a otros para venir a Jesús; para que puedan experimentar ese hermoso Fuego que transformará sus vidas. Oro para que no salgas del Aposento Alto, allí en Jerusalén, hasta que hayas recibido el Fuego que Él ha prometido para tu vida. Oro para que no veas o creas que tu labor ha culminado, o va en descenso; sino que puedas entender y tener fe de que tu camino ahora es que comienza.
Celebremos este Pentecostés con expectativa, con fe y con esperanza.
¡Qué sus Llamas de Fuego te llamen! En camino a Pentecostés...
Dios te bendiga.
Con amor,
Xiomy M.

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