Tú eres el Señor, sólo tú.
Tú hiciste los cielos;
lo más alto de los cielos
y todos sus ejércitos,
la tierra y cuanto hay en ella,
los mares y todo cuanto hay en ellos.
A todas las cosas das vida
y te adoran los ejércitos del cielo.
Nehemías 9;6
Cuando contemplamos la hermosura de la tierra, su vegetación, sus cuerpos de agua, el cielo y todo lo que Dios colocó en ellos, no podemos hacer otra cosa que no sea exaltar y alabar el nombre de Dios. En el libro de Nehemías leemos, en el capítulo 9, una hermosa oración. El pueblo de Israel e inclusive los extranjeros se habían separado para Dios. Todos ayunaron, se vistieron con ropa áspera y se echaron polvo sobre su cabeza.
Muchas veces adoramos a Dios en los momentos que recibimos gratas noticias, en tiempo de fiesta y celebración, cuando estamos en el devocional de nuestra iglesia, en las mañanas cuando despertamos, etc. En esta ocasión los levitas hicieron una hermosa oración.
Toca mi corazón ver que en esta ocasión se separaron en ayuno, ropa áspera y polvo sobre su cabeza. Este detalle ministra mi vida porque las veces que he hecho ayuno es respecto a alguna petición, algún problema, enfermedad, etc. ¡Nunca he entregado un ayuno sólo para adorar! Más adelante cuando continúan orando la oración torna a pedir perdón y a las acciones que el pueblo había hecho mal.
¡Qué tremenda enseñanza!
Justamente el mes de enero es uno que se caracteriza por hacer ayunos. Nada mejor que comenzar el año así, fortaleciendo nuestro espíritu. Es maravilloso ver como, a través de Su Palabra, somos enseñados mediante el poder de la lectura y de la oración. Hoy siento que tengo una nueva razón para hacer ayuno. Sin ninguna petición como fundamento, sino sólo el deseo de adorarle y entonar con mis labios los adjetivos más hermosos para el Rey de Reyes.
Es sólo un extracto de una porción de este capítulo de Nehemías 9, pero le pido al Padre que cuando tengas la oportunidad de leer la oración en su totalidad puedas sentir un anhelo único y especial para adorarle.
Así como nos enseña Su Palabra separados para adorarle porque el es Santo.
Únete al ejército celestial y adórale con todo tu ser.
Con amor,
Xiomy M.
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