¿Qué refleja tu vida?

El Hijo, que siendo reflejo resplandeciente de la gloria del Padre e imagen perfecta de su ser sostiene todas las cosas mediante su palabra poderosa...

Hebreos 1:3

Una de mis vistas favoritas es la Ensenada que está cerca de nuestra casa. Hace más de un año disfruto los amaneceres y atardeceres más hermosos. De esos panoramas que sientes que te hablan, te traen paz y atrapan tu mirada y corazón. De esas vistas que al cerrar tus ojos, sin importar donde estés, jamás olvidarás.

Hoy, mientras conducía durante la mañana, como de costumbre, miré el mejor panorama del camino. La quietud del mar, te deja sin aliento.

Durante el camino sentí capturarlo con una foto. íSin palabras! No hay adjetivos suficientes para describir la hermosura y el esplendor de la Obra del Excelso.

Luego de presenciar este espectáculo de quietud y templanza, me pregunté: "¿Cuál es tu reflejo? ¿Qué refleja mi vida? ¿Qué refleja mi rostro? ¿Qué cosas reflejan mis acciones o forma de conducirme?" Meditando en tantas y tantas cosas que reflejamos a diario, así como lo hace la creación, con nuestra manera de pensar, hablar y vivir.

Así como el mar refleja el follaje verde, la sombra de la naturaleza y hasta la antena en la montaña. De la misma forma, nuestra vida es un reflejo de lo que tenemos alredor de cada una de nosotras. Un reflejo que se convierte en un espejo y que finalmente puede ser contemplado a lo lejos.

Hebreos 1:3 nos indica cómo Jesucristo es un reflejo de la gloria del Padre, me encanta que sobresalta con las palabra: un reflejo resplandeciente. O sea que irradia, que brilla. Todo esto, nos invita a ser un reflejo del Hijo. Ese reflejo hermoso que inspira a otros. Ese reflejo que inspira paz, Ese reflejo que invita a otros a conocer más de Jesús, Ese reflejo que trae templanza en los días de tormenta. Ese reflejo que te anima a continuar y saber que hay esperanza. Ese reflejo que le recuerda al mundo que con cada nuevo amanecer hay nuevas misericordias para tu vida. Ese reflejo que otros podrán contemplar para ver la belleza que el Creador ha depositado en ti.

Espero que seas bendecida cuando puedas observar esta foto y sobre todo que ministre a tu corazón, así como lo hizo al mío durante esta mañana.

Que puedas meditar sobre el reflejo de tu vida y que el resplandor de la gloria del Padre brille en ti más que nunca. Sea tu vida el reflejo del amor más grande, el amor de Jesús.¡Dios te bendiga!

Con amor,

Xiomy M.