¿Por qué están durmiendo? Lucas 22:46
Hace algunas semanas, leí esta porción de la Palabra en el folleto del culto del domingo de la iglesia. Luego de haberlo visto un domingo, seguía dando vueltas, como si gravitara sobre mi cabeza; hablándome y dándome algo nuevo.
Preguntándome, ¿cuánto tiempo de mi vida he estado dormida? Y no me refiero al tiempo que he dormido para descansar en las noches, sino al tiempo que he dormido lejos de las cosas de Dios. Al tiempo que he dormido tras mis propios sueños y no los de mi Amado.
Los días, meses y años que transcurren, porque el tiempo no se detiene, y no he estado despierta para hacer la gran comisión.
¿Cuántas pueden estar despiertas cuando en realidad duermen? Vidas que tienen los ojos cerrados ante el entorno y las circunstancias que les rodean. Durmiendo se va la vida y cuántas asignaciones dejamos sin realizar. Mientras duermes, las tinieblas ganan terreno y no estás conectada a lo que sucede espiritualmente. En el capítulo 22 del evangelio de Lucas, Jesús mismo les pregunta a sus discípulos, ¿por qué duemen? Cuando leí esto, sentí que Jesús descendía y me hacía esta pregunta a mí.
Amiga que me lees, ¿por qué duermes?
Hay un sueño que dejar, para pelear la batalla que hay que ganar. Mientras hay un mundo que duerme, los hijos de Dios debemos estar despiertos. Estar en vigilia porque la batalla aprieta y sólo el que perservera llegará hasta el final; la salvación y la vida eterna.
Si algo Dios conoce, es que sus hijos necesitan descansar. Por esta razón, nos entregó el día de reposo, porque, como Creador, conoce la necesidad física y emocional que tienen sus hijos. Inclusive, es un mandato de nuestro Padre.
Por mi parte hoy, oro para que tu vida despierte al propósito de Dios, que despierte para ver lo que acontece, que despierte para estar apercibida a los tiempos proféticos que atravesamos, que despierte para que recibas revelación en el lugar secreto, que despierte para que puedas estar en intimidad y comunión con Dios, que despierte para que no caigas en tentación, que despierte para que corras tras el ministerio que ha puesto en tus manos, que despierte para que no dejes de orar y de escudriñar su Palabra, que despiertes para que tomes la armadura, la hagas tuya y arrebates el reino de los cielos.
Como dice Romanos 13:11 "Tenemos que vivir así, sabiendo que el tiempo vuela. ¡Despertemos!
Esa es la tarea que despertemos tú y yo para que podamos ir a despertar a los que aún duermen.
Dios te bendiga.
Con amor,
Xiomy M.

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