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Writer's pictureXiomara Maldonado

Un corazón que arde

Updated: Jan 9, 2022

¿Cuándo fue la última vez que alguien mientras leía las Escrituras, encendió tu corazón? ¿Cuándo fue la última vez que mientras alguien leía la Palabra de Dios provocó en ti deseos de llorar o ganas de reír? Amiga que me lees; es que así es el poder que tiene y transmite la Palabra de Dios. Esa fuerza que estremece nuestro ser y nos inquieta y urge a ser transformados, a ser guiados a una nueva senda llena de propósitos y de la voluntad perfecta del Padre. Llena de nuevas experiencias, sin importar las curvas del camino, que nos llevarán por encima de todo, a la salvación de nuestra vida. La Palabra, tiene el poder no sólo de impactar tu presente. La Palabra, no sólo perdona y restaura tu pasado; sino que alcanza nuestro futuro, aún cuando no hemos llegado a el, porque nos ofrece vida eterna.


Nehemías y Esdras en el primer día del mes séptimo hicieron santa convocatoria de todo el pueblo hebreo que había llegado del exilio de Babilonia y Persia. En esta reunión, Esdras el sacerdote, leería la ley de Moisés desde el amanecer hasta el mediodía. Para esto, prepararon una tarima de madera para que estuviera de pie leyendo y desde un lugar alto pudiera ser visto y escuchado con claridad. Junto a él tenía 13 levitas, quienes estaban abajo de la tarima, eran quienes traducían el mensaje de lo que leería Esdras. Cada levita estaba colocado estrategicamente através de la congregación y estos traducian el mensaje del rollo con la Revelaión de Dios para el pueblo que llegaba del exilio. Los levitas ayudadaban a que entendieran el mensaje y a explicar la lectura del mismo.


¡Qué poderoso ver cómo hubo un remamente que no olvidó su idioma original! A pesar de vivir en un lugar de exilio, decidió mantener viva la pureza de sus raíces, de sus antepasados. Ahora, luego de más de un siglo, eran de bendición para todos los que habían regresado a Jerusalén; para todos aquelllos que tal vez nacieron durante el tiempo de la cautividad y nunca habían escuchado la ley que Jehová le había entregado al pueblo hebreo cuando los sacó de la esclavitud en Egipto. Un tiempo crucial, porque los sacó con mano dura, y a pesar de estar errantes por el desierto, estaban llenos de Palabra y mensajes, que Dios le mandaba por medio de su siervo Moisés. Ahora, volvían a Jerusalén, su tierra prometida, la que fluye leche y miel. De donde nunca debieron haber salido, solo que su desobediencia y falta de fe, los envió 70 años de cautiverio. El Dios verdadero, en su amor y misericordia los trajo nuevamente a su tierra. Para algunos, la tierra donde nacieron, donde vivieron muchos años y para otros un lugar nuevo.

Allí en el mes séptimo estaban de vuelta a su casa. y gracias a estos hombres consagrados podían escuchar el mensaje que su vida tanto necesitaba. Estaban siendo llenos por sus oídos, del hermoso mensaje que Esdras les leía. No sólo bastaba con llegar a Jerusalen y establecerse. era necesario que fueran llenos del conocimiento y la obediencia que Dios demanda de sus hijos. El Padre no sólo anhelaba mudarlos de nación, o lugar, sino deseaba mudar de sus corazones todo lo que Babilonia y el tiempo de cautividad habían ocupado, enseñado y sobre todo era aborrecible en los ojos de Dios. Una mudanza completa en su corazón por medio del oir y el oir la Palabra de Dios. (Romanos 10:17)


Nehemías y Esdras trabajaron en conjunto. El primero reconstruyó sus defensas al levantar sus murallas; Esdras, por su parte, trajo una reforma completa en su vida espiritual. Este día que tomaron para dar lectura a las Escrituras marcó un tiempo nuevo. El idioma hebreo ya no era la primera lengua del pueblo de Dios, pues fueron invadidos con el arameo impuesto por los babilonios y el imperio Persa. El trabajo que hicieron Esdras y los levitas fue tan transcendental que dice la Escritura que el pueblo lloraba y después reia. Los idiomas no eran impedimento para que Dios hiciera la obra en cada corazón. Todos fueron tocados por la Palabra y el amor de Dios que anhelaba ardientemente abrazarlos. Todo esto nos lleva a ver cuán importante es la lectura de la Palabra, cuán importante es su aprendizaje y estudio.


Cuando las Escrituras son abiertas y son leídas, sentirás fuego en tu corazón y en tu interior. Es por esto que no podemos dejarla guardada, o en el auto, o en un librero; porque así no impactará tu vida, ni la de aquellos que la necesitan. En el caso del pueblo de Dios, vivían en tierra extraña y tenían prohibido practicar sus creencias. Amiga, no podemos permitir que nada te impida aprender lo que Dios tiene para ti. Es a través de la lectura que recibimos revelación y por ende nuestra vida es transformada.


Toca mi corazón en gran manera, el ver cómo cada levita estaba consagrado para la tarea. La importacia de mantener la pureza; la consagración necesaria para encender el fuego del Espíritu Santo en otros. La pureza de la Palabra, la pureza de su mensaje, la pureza del corazón de donde emana, el corazón del Padre.


Justamente este mensaje se dio en la plaza, delante estaba de la Puerta de las Aguas. Así se llamaba esa puerta, las Aguas; de esta forma (como agua) fluyó el mensaje que leía Esdras. La puerta fue un símbolo de lo que ocurriría allí en medio de la congregación del pueblo. Las aguas de la Palabra y de cada letra del rollo de la Ley de Moisés brotaron como agua que salta para vida eterna en los corazones del pueblo hebreo. (Juan 4:13-14)


Justo lo que los hijos de Dios necesitaban, agua, para calmar el sequedal de sus vidas espirituales. ¿Cómo llegarían desde el viaje de Babilonia y las regiones cercanas? El camino desde su lugar de exilio fue uno largo. La distancia aproximada entre Bailonia y Jerusalén es una considerable; son alrededor de 1,194 km (en automóvil). Aproximadamente 50,00 judios volvieron a casa, en el primer retorno, dirigidos por Zorobabel. En muchos, dice la Palabra Dios, había sido despertado su espíritu para que anhelaran volver. Otros, luego de tantos años, se habían acostumbrado a Babilonia, a su estilo de vida, habían adquirido su cultura y sus creencias. Dios, quien todo lo conoce, sabía que sus hijos estaban sedientos; espiritualmente estaban muertos. Necesitaban agua para volver a comenzar. Agua para ser limpiados no por solamente por fuera, sino en su interior, allí donde nadie conoce que hay sed.


Esdras, como sacerdote, tuvo la tarea de limpiarlos con el Agua que cada uno no conocía y si la había conocido en el pasado, ahora la volvían a recibir. Juan 7:38-39 "El que cree en mi, como ha dicho la Escritura, de lo más profundo de su ser brotarán ríos de agua viva".


Preguntas para reflexionar:


¿Cuántas de nosotras hemos estado en cautiverio? Lejos de nuestro hogar, lejos de nuestras raíces. Tal vez, no sea en esa Babilonia física, pero sí en la Babilonia espiritual que está a cientos de kilómetros de Israel.


¿Cuántas hemos olvidado ejercitar nuestro espíritu, mente y vida con la Palabra?


¿Cuántas veces dejamos a un lado las Escrituras porque el ambiente que vivimos es más fuerto y nos impide conocer el verdadero mensaje de Dios?


¿Sientes que te has acostumbrado a Babilonia?


¿Acaso has olvidado tus raíces hebreas y del fundamento de tu vida que es Cristo?


¿Sientes que el exilio ha ido por encima del propósito que Dios tiene para ti?


¿Has permitido que un nuevo lugar llene el espacio del Padre en tu vida?



El mensaje es claro, el Padre nos llama hoy. Te llama para que vuelvas a casa. Aún desde la distancia pronuncia tu nombre para que oigas Su Voz.

La invitación está abierta hoy. El está allí en la Puerta de las Aguas, con el agua que necesita tu vida. El es la puerta (Juan 10:9 "Yo soy la puerta; el que entra por esta puerta, se salvará. Podrá entrar y salir, y hallará pastos").

Te llama para vuelvas tus ojos a sus Escrituras, para que en estas puedas sumergirte, puedas encontrar ese poder que no te dejará igual, esas aguas que desean ser como manantial que nunca dejará de fluir en tu interior. Ya no hay cautividad para tu vida, sólo libertad y una nueva oportunidad.


Rodéate de gente como Esdras, como los levitas que estaban allí. Rodéate de todo aquél que haga arder en tu corazón el fuego de Dios.


Con amor,


Xiomy M.











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1 commentaire


vbg528
10 janv. 2022

HalleluYAH, Bendito ERES ETERNO REY

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